Cartel (2019) gira en torno a una serie de cartas que le escribí durante un año a Jorge Julio López. En ellas conviven relatos acerca de los carteles que llevan su nombre junto a cuestiones vinculadas a nuestras biografías (la suya, la mía), que se van enredando a través de la figura de Jota, un compañero ficcional de mi madre, una figura paterna presente, un modo afectuoso de dirigirme a López. Estos escritos se entremezclan en el libro con algunos poemas y dibujos de carteles que han aparecido a lo largo de mi hacer.
Cartel
1º ed. Córdoba 2019: Ediciones DocumentA/Escénicas
Lucas Di Pascuale
84 páginas; 21 x 14.5
x 500 ejemplares
López es una palabra de cinco letras.
López es un cartel, muchos carteles que se hacen y deshacen, inscribiendo un frágil acto de memoria en techos de Córdoba o de Resistencia, en rincones de Rosario o de Ámsterdam. Un cartel que Lucas Di Pascuale promueve que construyan otrxs (una colaboración necesariamente colectiva), a partir de un instructivo, mientras él toma fotos que luego dibuja, y más tarde instala de maneras incómodas (incómodas para él, que no se resigna) dentro del mundo del arte.
López es sobre todo un nombre propio: el de Jorge Julio López, albañil casi octogenario, que entre 1976 y 1978 estuvo desaparecido en el Destacamento Policial de Arana, la Comisaría Quinta y la Comisaría Octava de La Plata, tres de los veintiún centros clandestinos de detención a cargo del represor Miguel Etchecolatz. Sobreviviente, brindó un testimonio clave en el juicio contra él en 2006, luego del cual lo volvieron a desaparecer. “No supimos cuidarlo”, dice Lucas. Y nos habla a todxs.
López es Jota: la ficción de un padre al que escribir cartas entrañables, un buen compañero para la madre, alguien a quien alcanzar un tazón de mate cocido, que se brinda (generoso) a compartir lecturas, vacaciones, cumpleaños, viajes, hábitos noctámbulos. En otro texto (“Costa Rica”), Lucas habla de su padre, voluntariamente ausente de su rol paterno. Elegir a López, dos veces desaparecido, como padre presente resulta un conjuro poderoso para no olvidarlo y seguir invocándolo en el bosque.
Ana Longoni
Texto de contratapa